viernes, 30 de agosto de 2013

Líneas, cintos o algo así.

Como este blog ya no tiene literatura, ahora ponemos tonterías sin preocuparnos por la estética, los juegos de poder y el valor etiquetado. Ahora, en este año que parece mi sabático literario propiamente dicho, el blog rejunta quejas, pensamientos o fotos de tu hermana en camisón, de esas que nos encantan a nosotros y que las subimos, junto a quejas, pensamientos y las fotos de tu hermana, esas que habíamos subido previamente.
Lo que quiero decir es corto, la mayoría de las personas tienen pensamientos cortos y los que escriben en un blog suelen llenar la bolsa de tonterías que suenan lindo para rellenar un poco la idea simple, pero como dije antes, no nos vamos a preocupar por eso, no, sólo vamos a un punto directo, como patada de defensor en la nuca a mi amado Funes Mori.
Todos tenemos una línea (qué tedioso que es que tenga tilde para evitar hacerse verbo), que nos separa los juicios de valor. Todos la tenemos, todos decimos que la música es mala cuando está por debajo de esa línea, o que alguien no es culto cuando sólo conoce determinados libros (o cuando no conoce ninguno), o no sé, cuándo un acto es egoísta o altruista. Tal línea nos da una libertad para criticar a todo lo que se encuentre de la Rivadavia para abajo, metáfora robada que suena macrista, pero no, porque si mi juicio es sobre gente humilde y solidaria y gente con dinero y tacaña puede ser diferente. Juicios de lo que nos parece bien o no, sin importar si están bien o no, los tenemos todos. Yo no voy a escuchar a una banda "simple" o ver una película norteamericana de pibes en una fiesta, porque me parece tonto; o no voy a reírme de tres tipos que se disfrazan de tontos y actúan con mujeres semi desnudas que son aún más tontas. Eso me parece tonto, grasa o muy cliché. No importa. Lo que nos olvidamos es que, así como existen grupos que consideran esas cosas como buenas y alegan que hay peores, también hay gente que dice que nuestra línea es muy poco, no sé, permisible.
A ver, así como para nosotros la Rivadavia divide el norte del sur, puede que haya alguien que piense que es Directorio/San Juan la que lo hace, pero también otro que diga que es Córdoba la que lo hace.
¿Qué quiero decir? Lo obvio, pero usé un texto largo para decirlo: Tus críticas sobre lo incorrecto (el robar, el comer carne o los libros clichés) pueden ser insuficientes para otro, quien critica tus películas, tus músicos o tus acciones ¿Acaso, entonces, podemos enojarnos? ¿Cómo llamar a uno inculto y a otro pedante? ¿Qué nos hace pensar que nuestro Ecuador es el correcto?
Entonces, sólo podemos hacer dos cosas, o liberarnos de los juicios sobre los demás y dejar que todo y todos hagan lo que quieran (fácil si pensamos en el hecho de: que cada uno mire lo que quiera en la televisión, pero nada sencillo al ver a un asesino, ¿no?), o podemos empezar a aceptar las críticas de los de "más arriba" tal cual emitimos juicios de valor sobre los de "más abajo".

miércoles, 14 de agosto de 2013

Sinergia.

-¿Cómo puede un chico como yo reclamar a una princesa como usted?
-No lo hace.
-Entonces, ¿por qué espera que pelee?
-Por ambos. No nos pertenecemos, pero somos de nosotros.

Me gustan las chicas con actitud. Ciertamente todas las chicas deben sentirse con actitud. Como todos y todas nos sentimos inteligentes o buenos en cierto modo. Pero no todos somos inteligentes, buenos o con actitud. Por lo menos no con la actitud que me gusta a mí de las chicas.
Si quieren permanecer quietas hubiesen nacido fotografías. Para mí las guerreras, las devotas, las desafiantes. Para ser cuidado me hubiese quedado en mis penas, para mí las exigentes que reclamen de mí más de lo que llego a dar, las que no se quedan con mis cadáveres esperando el milagro. Para mí, vos. Jamás, pues yo no te pertenezco ni vos a mí y aún así, ambos somos de nosotros.