(¡Completado!)
Cosas que pasan cuando nada pasa
¿Sabían que la frase que puse de titulo está mal? Antes creía todo lo contrario, me disgustaba del español frases como “no estoy haciendo nada” o “no pienso en nada”. Este tipo de enunciados que parecen tener una doble negativa, implican que (por ejemplo) si no se hace nada, sí se hace algo; o si no se piensa en nada, sí se piensa en algo.
Ahí veía yo el error del español, que aquellos que hablen alemán o ingles no lo encontraran; pero resulta en realidad lo contrario, y (hasta mi conocimiento) el español es el único idioma que contempla las verdades metafísicas.
Verán, la nada no es nada, pues ser nada implica ser algo. “nada” es inimaginable para el ser humano, no tiene espacio, tampoco tiempo. A la nada no le cabe la posibilidad de ser y a nosotros no nos cabe la posibilidad de entenderlo. Por eso a lo único que podemos aspirar cuando no sabemos explicar algo, es a explicar qué no es, y como bien deber haber entendido, la nada no puede ser.
Es por eso que frases como las que escribí más arriba en realidad sí están bien escritas y por lo menos el alemán y el ingles tienen que agregar otro ítem a su lista de falencias en sus idiomas (encabezada por el imperdonable irreconocimiento del ser y el estar).
Sepan disculpar que les escriba e nimiedades que no hubiesen pensado antes, pues incluso ni yo planeo escribir mucho al respecto, solo fue un pequeño pensamiento sobre el ultimo de mis títulos, ya que, bien sabrán, mi muerte esta tan próxima como la pronta lluvia que reposa en las nubes.
Lo que les dejo es lo que no tengo, y es que si dejo solo lo que me queda, el saber a incompleto andará por sus cabezas, y bien saben ustedes y bien se yo que todo lo que les debo dejar es lo que no existe, no en mis cajones, como si las deudas fuesen parte de uno, como si yo no estuviese completo sin las demás personas, sabemos todos que yo no puedo vivir sin ustedes ni ustedes sin mí: me piensan, luego existo.
Me rio ¿Alguna vez les dije que adoro el amor de los viudos? Hay gente que prefiere a los niños enamorados, a los 11 y 6 del mundo, yo me quedo con los viudos, con los viudos que se vuelven a casar. No se ustedes pero yo lo imagino así:
Viudo: Te amo.
Viuda: Yo también.
Viudo: ¿Te casarías conmigo?
Viuda: Si, obvio.
Viudo: Eso sí, vos no sos el amor de mi vida, lo es Julia.
Viuda: No más vale. Vos no llegas ni a los talones de mi Roberto.
Viudo: Me haces muy feliz.
Viuda: Y vos a mí.
Es como un acuerdo que tienen, ambos jamás llegaran a reemplazar a sus primeros amores, pero no les importa, tampoco buscar hacerlo. Se aman y aceptan/declaran un bonito segundo lugar de/a su pareja. Escribo:
“Yo nací para verte bailar entre las flores
Aunque mi cuerpo está lleno de arañas
Y ambos sabemos lo que significa”
Y es que eso lo es todo, por lo menos para mí. Todos los hombres buscamos atarnos a muchas cuerdas, a una en especial que confiamos en que no se va a cortar, la fe. Los hombres crearon a Dios porque se aburrían solos, también crearon a la música, que sonara siempre que haya vida ¿Pero que importa? Si todo es tan efímero, si cada paso que doy lo hago hacia mi tumba. Dirán que “importa haber vivido”. Pero no, importa haber amado. Es mi cuerda final, mi fe, la sonrisa boba, las ganas de correr (tonto el sentimiento de volar, las flores crecen en el suelo, no en el aire; basta de querer lo que sabemos que nos es imposible y descuidar lo incondicional), la tormenta de frases cursis. Lo que me sostiene cuando parezco en ruinas es el amor. Lo saben, no es necesario que lo repita.
Que pena, siempre que es luna llena, llueve. Para cuando se despeje será nueva, de nuevo, otra vez. Mi abuela dice que si empieza a llover en una noche con luna llena, va a seguir así el resto de lo que dure el círculo perfecto.
No se confundan, sigo amando a la lluvia, aunque mi psicóloga no lo pueda comprender. De todos modos no me defiendo, no tengo por qué hacerlo. Qué equivocados estarían si creyeran que me soy infiel o que me contradigo, pues claro, eso es imposible.
Una vez el alemán me dijo que el sentido de la vida es el desarrollarse como hombre individual y como ser humano. Pueden decir que la vida no tiene sentido, muchos estarían obligados a decirlo, (si me refiero a los ateos) ya que adjudicarle un sentido a la vida, implicaría que algo superior se lo dio. Desafortunadamente debo decirles que se equivocarían, es que la vida sí tiene sentido.
“desarrollarse con plenitud como individuo y especie”. En realidad es una frase muy común para aquellos que buscan (y mas común para aquellos que se ven realizados en la tarea de) ser “especiales”. Claro, aquellos que saben que subida es mucho más estática, suelen decir “lo importante es ser feliz”, como una excusa que se repiten por lo poco que hacen. Pero ambos grupos desconocen lo cerca que se encentran. Verán, equilibrio e igualdad son conceptos muy lindos pero falsos, por lo menos en materia de aspiraciones ¿Acaso la gente busca llevar 40 años de gloria y 40 infelices? Es estúpido, también lo es aspirar al 100% de felicidad, no se puede y hasta sería aburrido. Creo que el verdadero camino es el del 60% y el 40% y ustedes en el fondo también lo piensan, pero la palabra suena linda. Por otra parte, la igualdad, todos buscan eso y en realidad nadie la quiere ¿No nos gusta sentirnos especiales? La igualdad sería algo así como si todos fuésemos siluetas grises del mismo tamaño, peso, capital e ideología ¿No descubrimos lo bello en la diversidad? Yo no quiero que todos seamos cabezones con barba roja y filosofía de cuarta. Todos queremos ser únicos, pero levantamos la bandera de igualdad como tontos hipnotizados ¿Por qué? Por miedo. Los bobos me dirán racista o machista si digo que estoy en contra de la igualdad, pero se confunden. Yo digo que somos diferentes, pero en ningún momento hablo de superiores e inferiores. La gente teme eso, debe intoxicarse en la mentira de que todos somos iguales porque sabe que no es lo suficientemente fuerte como para mirar con “ojos de perro siberiano”, sabe que esta destinado a discriminar, a poner todo en un rango de valores, y en todo caso, teme encontrase en una posición muy baja; ese es su error.
No somos iguales, no se si hay mejores y peores, pero si sé que no hay problema alguno en eso. Se sabe que para que hayan primeros, tienen que existir los segundos, para los lindos, los feos. Los exitosos y los fracasados. Aquellos que se creen especiales, aquellos que viven en la rutina, aquellos que van de ideal en ideal porque no se encuentran. Yo no puedo criticar a los de mi edad que consumen drogas a escondidas de sus padres y después llaman de “fachos” o de “brutos” o simplemente miran mal a aquellos que quieren penalizar el consumo. Tampoco a los que cambian de sexo y de dios, de color y de banderas. A los que llevan años haciendo lo mismo, a los que van a cualquier marcha solo para calmar su ego. A los que viajan solo para escapar de si mismos, a los que se rodean de amigos porque no se bancan la soledad, a los que se desnudan fácilmente pero les cuesta desvestir a su corazón, a los que gritan a su esposa e hijos por la impotencia de no enfrentar a sus verdaderos miedos. No, nada de eso es criticable, pues esas personas me hacen a mí y ahí esta el sentido de la vida. Los que viajan o hacen mil actividades por día, los que escribimos o cantamos, los enamorados, los celosos; todos somos lo que somos gracias a nuestras contrapartes y les debemos agradecer, nuestras virtudes y nuestros defectos, y es que “alguien tiene que hacerlo”, nos necesitamos mutuamente, donde duerme el verdadero equilibrio, el de llenar los platos de la balanza completamente, no en partes iguales, sino en su totalidad. Y si todas las opciones tienen un sentido, se deduce que no importa de donde venga, podes cambiar cuantas veces quieras y siempre serás vos, no existe forma de que te contradigas, pues lo que decís, lo decís vos. Cuando nos quejamos de que un disco no suena al estilo de la banda, solemos decir que eso no suena a la banda, lo cual es estúpido ¡si es la banda quien lo hizo! Es por eso que haga lo que haga me desarrollo como pleno Gerardo Muñoz del Campo y como pleno ser humano, haga lo que haga tiene sentido y si todo tiene sentido, sí, exacto. El sentido de la vida (que lo tiene) es que nada lo es.
Creo que mis mejores ideas permanecerán en cajas que se llenan de humedad. Es una pena, pero soy muy histérico con mis teorías, me gusta dar las conclusiones y que simplemente me crean. No tengo paciencia para explicar el cómo llegué hasta ellas, por eso las explico mal o simplemente no lo hago, deberían confiar mas en mi.
De todos modos si alguna de mis creencias deberían sí tener en cuanta es la del amar. Sueno a un moribundo que habla a una multitud en la plaza de la ciudad, pero enserio, si hay algo que aprendí en Uruguay es que nada sale a la primera vez y de eso me apoyo mucho. Ya les dije, para que haya un primero, tiene que haber un segundo. Algo parecido sirve para esto: muchos piensan que deben perder las expectativas, no esperan nada y así no se desilusionan, esto es válido, pero lo podemos mejorar. Si sabemos que la primera no vamos a ganar, no nos molestamos, pues es parte del proceso ¿No amar porque has salido herido? Eso es una pelotudez (este insulto sirve para eliminar el tono meloso, soy un romántico, pero no un Montaner). Como el Pepe Mujica, que renuncia a parte de su salario y vive en su chacra y maneja un escarabajo viejo. Eso tenemos que ser, carne de cañón, pero de uno que apunte a la felicidad. Las acciones del Pepe hoy serán cómicas, pero darán luz a alguien en un futuro. No escribo esto y amo para recibir la gloria, porque sé que no la voy a conseguir, pero sigo, porque hoy no, mañana tampoco, ni pasado, pero quizás (y solo quizás) en unas semanas nos regresaran el amor. Me enamoro de chicas que no me dan bola ¿y que? Igual voy a escribirles canciones, a llevarles flores y chocolates cuando tenga dinero y a cocinarles cosas simples ¿y si no sale? ¿Y si me lastiman? No tengan miedo a salir lastimados ¡Los tienen que lastimar! ¡Los tienen que hacer mierda y ustedes también! Y luego volver al amor, porque mañana los volverán a herir, pero pronto alguien les dará su cariño y todos esos días tristes en solitario van a quedar atrás. La gente suele ser optimista cuando las cosas les salen bien, yo también, antes, y al igual que ustedes sufría muchísimo cuando alguna chica me dejaba. Ahora puedo sonreír, pues yo soy tan poca cosa y sin embargo estoy lleno de buenos consejos. Si algo deben recordar de mi es que la vida es un partido de futbol, un juego, pero que tenemos que tomar enserio, aunque tranquilos. Si algo deben recordar de este enamorado, que si lo sueña lo puedo escribir y si lo puede escribir lo puede realidad, es “cuando llegue, llegara”.
¿No son divertidos esos consejos de libros de autoayuda de $15? Pero me preocupa que la gente sepa lo que es correcto y no lo haga. El alemán me conto de una vez que vinieron los marcianos, nos atraparon en jaulas, a los hombres los usaron para experimentos y a las mujeres y niños se los comieron. Los hombres, desesperados, les preguntaron a los marcianos “¿Por qué nos comen? ¿Acaso no saben que sufrimos?”. En ese momento uno de los marcianos bajo la cabeza y dijo “Es que son tan ricos”.
Pienso un poco y creo que no hay nada que hacer, sé que todos tenemos todas las respuestas, por lo menos las que nos sirven para llegar a cierta felicidad y amabilidad, pero por alguna razón, nos llenamos de esa verdad tiempo después. Es como tener zapatillas deportivas de excelente calidad, pero a la hora de correr, salir con zapatos viejos y ajustados. Uno puede saber que tiene esas zapatillas que harían la carrera más placentera y hasta fácil, pero no va a usarlas. No lo se, los que son como yo seriamos muy irrelevantes si todos hicieran las cosas bien, los que son como yo, se aburrirían si hicieran las cosas bien. Es que la gente es muy asquerosa y estamos acá para morir. Somos paracitos de la Tierra, literalmente “paracitos”, literalmente “literalmente paracitos”. “Este mundo nació sin el hombre y morirá sin él”. Pueden tildarme de pesimista (de nuevo), pero yo no lo veo así. El día y la noche son parte del día, la vida y la muerte lo son de la vida. Yo no he visto a las cebras quejarse de que los leones las comen, cada cual tiene su naturaleza. Una vez leí que para distinguir de presas y depredadores había que ver la posición de los ojos: aquellos que los tienen a los costados son las presas, que los tienen así para ver por los lados por si viene algún depredador, que tiene los ojos en el frente para poder cazar mejor. No se, la culpa la tiene mi mama, o el taxista, o los doctores del Pueyrredón, o todos. Hacían falta 15 minutos mas, esperar 15 minutos más y ese 22 de Septiembre se hubiese hecho 23 y todo seria diferente. Yo seria 100% Libra y tendría una personalidad bien marcada y no este ambivalente conjunto de características que juegan en equipos opuestos, lo que me hubiese librado de tantos problemas internos, lo que me hubiese vuelto mas estúpido, o mas conformista quizás. Además, un 23, como los grandes músicos de Argentina. Pero no me debo quejar, las otras especies no lo hacen, aceptan su papel en esta obra. Una vez le dije a mama: “¿Qué tal si todos somos actores y vida tras vida debemos interpretar el mismo papel?”. Quizás mi papel sea el del infeliz, no se, alguien debe hacerlo.
“Los grandes amores de mi vida
Me dejaron solamente una despedida
Y es que duerme en su esencia
Son Soledad y mi dulce Ausencia”
No hay nada que haya aprendido acá que no pueda ser aprendido en casa, pero bien dije, las verdades las usamos cuando las usamos y no antes.
Podría atar a las personas y obligarlas a ser más buenas. Es una verdad temible la que asegura que la sociedad seria mas justa y pacifica con una dictadura que busque esos valores, en vez de la democracia en la que vivimos. Claro que rechazamos la dictadura porque solo hemos vivido las malas, las que roban mucho y matan mas, pero (esperando que a esta altura me lean personas frías y racionales) es innegable que, de existir un dictador noble, justo y amoroso, un régimen dictatorial seria mucho mejor.
El problema no radica en eso, se sabe que una mano firme (que no es lo mismo que cruel) les daría más beneficios a las personas, crearía una sociedad mas justa, eliminaría el egoísmo. Pero eso no sirve en realidad. De querer eliminar las violaciones, los robos y los asesinatos, la mejor opción seria meter a cada persona en una jaula individual. El león en la jungla me come, pero en el zoológico estoy a salvo, pues esta encerrado. Este tipo de régimen solo atrasa lo decidido: nos debemos destruir. Nadie culpa al león de matar, es su naturaleza. El escorpión debe picar a la rana que lo ayuda a cruzar el rio, a pesar de que eso le cause la muerte al mismo arácnido. Las naturalezas de las especies son absolutas y es un delito intentar modificar alguna de ellas, como la del hombre. La historia es la prueba de que vamos hacia allá, hacia la destrucción de la especie o de la Tierra (aunque yo me inclino mas por la primera opción, creer que vamos a destruir todo un planeta es algo egocéntrico).
Resulta que llegamos a la vida con la moral y creemos (y queremos) cambiar la “triste” realidad que nos rodea. Despreciamos a los que matan y torturan, a los que roban y contaminan, pero nada podemos hacer para evitarlo. Desconozco por qué tenemos esta moral, que nos cataloga como la peor peste de todas, paracitos que matan mañana con tal de vivir hoy, ese estúpido pensamiento de que “el momento es ahora” que nos lleva a romper todo ya sin pensar en nuestros hijos. Sí, somos moralmente horribles, pero por otra parte, naturalmente perfectos. La clasificación moral es secundaria, de poca importancia. Creer que somos los malos del planeta es colocarnos en la cima de una pirámide de las especies que nosotros mismos inventamos y que no existe para las demás especies. Si acaso no nos matamos todos y algunos sobreviven, nada cambiaria, nuestra naturaleza nos exige como especies de este planeta, como hijos del Sol y la Luna y los arboles a desaparecer.
Todos llevamos las heridas de la familia, todos vamos en busca del amanecer. Cuando miro al cielo, miro siempre lo mismo. El mundo es demasiado caótico como para no maravillarse. Yo se muy poco de las cosas que me rodean, lo que aprendí lo hice sufriendo, al pasar los días en solitario. Yo no se si mi rol es el de purificarnos. La vida es un pañuelo verde y los sueños ese abismo profundo al que caemos por andar con los ojos cerrados. Un secreto más, se me permite uno más.
