sábado, 19 de julio de 2014

Complementos de las sombras

Suele suceder,
no siempre,
de hecho casi nunca,
pero a veces sucede
y cuando lo hace, es fantástico:
Un recuerdo de la infancia
se salta unos casilleros
y aparece reinventado,
disfrazado del presente,
pero con la sonrisa infantil,
la del viejo fílmico oxidado.
Ahí cuando sucede,
cuando el aire de los pulmones
es torta recién sacada del horno
o son panqueques rebalsados de dulce de leche,
en ese momento
pienso,
pienso un rato y luego entiendo,
no mucho, pero algo entiendo,
que tanta vida en tus ojos
no puede ser más que eso
un recuerdo,
un boleto a la memoria,
que como tal, siempre es simple
y bella.

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