sábado, 19 de julio de 2014

Los niños de las espadas cortas

Los ojos de los balcones no varían, porque lo que hay para ver no se diferencia. "Afuera todo se repite", pensamiento repetido. Al final, mis ojos ya pensados me convierten en lo esperable, en la caída básica, en el final clásico y en la primera, quinta, primera.
Caminar por las calles, ser insultado por los autos a los que les freno el paso y tener que bajarme del sueño y subirme a la vereda. Llegar a la plaza y ver la fascinación de los niños de las espadas cortas.

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