jueves, 22 de mayo de 2014

Geraldina, mi amante

Sí, cualquiera, mi amante se llama casi igual que yo. Pero uno debe andar haciendo la vista gorda en esos detalles, en especial cuando la otra persona se presenta por primera vez con un casco del Power Ranger verde, ese que era re polenta.
Creo que mi mayor talento no se relaciona con las tareas artísticas que pueda llegar a realizar, sino con una característica para nada útil, que consiste en saber qué canción es cada persona. Cierto, talento totalmente absurdo y sin sentido, en especial porque a la persona que más deseo, mi amante, jamás le encontré la canción adecuada.
Pasa que Geraldina es así, indescifrable. O no. Posiblemente no, pero cuando uno está caliente con una persona, toda tu lógica y los rasgos de sujeto se puedan traer se ocultan y para uno esa, sí, esa Geraldina, es la chica más fantástica de todo el mundo.
Quizás mi esposa un día se entere de mi aventura y me largue a la calle, pero dudo que lo haga, pues es tan la adrenalina que tengo con mi amante, que me sobra y no hay una noche en que no la deje a mi mujer, desarmada en la cama, esperando un poco más de mí, que soy más yo, con eso que produce sentir a dos mujeres deseándote.

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