jueves, 22 de mayo de 2014

Oda a Edu

Si Eduardo tiene tres hermanas, Ana, Anastasia y Analía, pregunta, ¿cuál de sus hermanas lo quiere más? y al lado, justifique. Pueden empezar.
La respuesta es fácil, yo lo quiero más. Si fuese por Anastasia y Analía, la infancia de Edu hubiese sido un garrón. Decí que estuve ahí para darle una mano, porque ellas han sido siempre re conchudas con el pobre Edu, en especial cuando él estaba entrando en la pubertad.
Bueno, también él, siempre tan boludo. O sea, con cariño lo digo, él sabe que yo lo quiero, pero bueno, a veces una lo miraba y decía: Ay, dios, ¿cómo podés dejarte boludear así? Te digo, eran todos los compañeros tomándolo de punto a él. Que pasame los deberes, que dame plata para el recreo, no sé, de todo. Y Edu siempre ahí siendo pasado por encima. Y bueno, como te dije recién, las otras dos también estaban en esa. Si no era que lave los platos en el turno de ellas, era que limpie el baño, que junte las cacas del patio, ¡todo! Yo lo miraba al pobre yendo de un lado al otro, obedeciendo lo que le decían y así fue siempre. Uno diría que en un momento explota y mata a alguien, pero no, Edu siempre fue nada, así, buenito, bah, más boludo que otra cosa.
Me acuerdo de una vez que al fin se hablaba con una chica y se iban a ver no sé en dónde. Casi una cita, te digo. Y no me acuerdo si fue Anastasia o Analía la que le pidió que se quede, porque venía una tía, Julia, que es... ni te cuento, siempre criticaba todo y era insoportable, pero al Edu lo amaba, así que cuando estaba él, ella como que se relajaba y no te decía que estabas más gorda o que con esa postura nunca ibas a tener un novio. Sí, bien mal cogida era.
Yo te hablo así porque nos tenemos confianza, qué sé yo, si te jode vos decime.
En fin, la cosa es que Edu terminó dejando colgada a la otra, pobre, y se quedó en casa mientras la tía esta le rompía las bolas. Pobre, se cagó muriendo sola, tanto que criticaba, pero bueno, hay cada una.
Y nada, así fue siempre, creció y fueron sus compañeros del laburo los que lo boludeaban o su jefe. Me acuerdo que su primer trabajo fue en una oficina de correos y siempre era él el que se tenía que quedar hasta más tarde mientras todos los demás se iban. Cosas así le pasaban y Anastasia y Analía seguían. De hecho cuando papá y mamá se murieron y hubo que repartir los bienes... ¡ay, cómo lo cagaron al pobre! Todo se quedaron ellas, la casa, los muebles, los dos autos. Creo que él se quedó con una mesada, otros muebles chiquitos y el sillón del abuelo, que tenía más pulgas que un perro de la calle.
Así que nada, como te digo, eran muy conchudas con él, ¡y eso que no te conté de Ana!

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